Paul Watzlawick y la teoría de la comunicación humana

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Según el psicólogo austriaco Paul Watzlawick, la comunicación ejerce un papel fundamental en nuestras vidas y en el orden social, aunque apenas seamos conscientes de ello. Y es que desde el comienzo de nuestra existencia, participamos en el proceso de adquisición de las reglas de comunicación inmersas en nuestras relaciones, aunque no nos demos cuenta.
Poco a poco aprendemos qué decir y cómo hacerlo, así como las múltiples formas de comunicación existentes en nuestro día a día. Parece mentira que un proceso tan complejo pase tan desapercibido y lo automaticemos casi sin un esfuerzo consciente. Lo cierto es, que sin comunicación, el ser humano no hubiese podido avanzar ni evolucionar hasta lo que es ahora. Ahora bien, ¿cuáles son los entresijos de la comunicación que nos permiten relacionarnos y que, a pesar de su importancia, no tenemos en cuenta? Profundicemos. 


Paul Watzlawick

Paul Watzlawick y su visión de la comunicación

Paul Watzlawick (1921-2007) fue un psicólogo austriaco, referente en la terapia familiar y sistémica, reconocido internacionalmente por su obra “El arte de amargarse la vida” publicada en 1983. Obtuvo un doctorado en filosofía, se formó en psicoterapia en el Instituto Carl Jung de Zurich y fue profesor en la Universidad de Stanford.
Watzlawick, junto a Janet Beavin Bavelas y Don D. Jackson en el Mental Research Institute de Palo Alto, desarrolló la teoría de la comunicación humana, piedra angular para la terapia familiar. En ella, la comunicación no se explica como un proceso interno que surge del sujeto, sino como el fruto de un intercambio de información que se origina en una relación.
Así, desde esta perspectiva, lo importante no es tanto el modo de comunicarnos o si este es consciente o no, sino cómo nos comunicamos en el aquí y ahora y de qué manera nos influimos unos a otros. Veamos cuáles son los principios fundamentales en los que se apoya la teoría de la comunicación humana y qué aprendizajes podemos sacar de ellos.

Loa 5 axiomas de la teoría de la comunicación humana

Es imposible no comunicar

La comunicación es inherente a la vida. Con este principio Paul Waztlawick y sus colegas se referían a que todo comportamiento es una forma de comunicación en sí mismo, tanto a nivel implícito como explícito. Incluso, estar en silencio implica una información o mensaje, por lo que resulta imposible no comunicarse. La no comunicación no existe.
Aun cuando no hacemos nada, ya sea a nivel verbal como no verbal estamos transmitiendo algo. Puede ser que no nos encontremos interesados en lo que nos comentan o que simplemente preferimos no opinar. La cuestión es que hay más información en el “mensaje” que aquella que recogen estrictamente las palabras.

La comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación (metacomunicación)

Este axioma hace referencia a que en toda comunicación no solo es importante el significado del mensaje en sí (nivel de contenido), sino que también es relevante cómo la persona que habla quiere ser entendida y cómo pretende que la entiendan los demás (nivel de relación).
Cuando nos relacionamos transmitimos información, pero la calidad de nuestra relación puede dar un significado diferente a esta información.

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Mujeres hablando
Así, el aspecto de contenido corresponde a lo que transmitimos verbalmente mientras que el aspecto relacional se refiere a cómo comunicamos ese mensaje, es decir, el tono de voz, la expresión facial, el contexto, etc.. Siendo este último aspecto el que determina e influye en el primero. Ya que dependiendo de nuestro tono o expresión, el mensaje será recibido de una forma u otra.

La puntuación da significado según la persona

El tercer axioma fue explicado por Paul Watzlawick como “La naturaleza de una relación depende de la gradación que los participantes hagan de las secuencias comunicacionales entre ellos”. Con esto se refería a que cada uno de nosotros siempre construye una versión de lo que observa y experimenta, y dependiendo de ello marca la relación con otras personas.
Este principio es fundamental a la hora de relacionarnos y deberíamos tenerlo presente cada vez que interactuamos. Ya que toda la información que nos llega es filtrada en base a nuestras experiencias, características personales y aprendizajes, lo cual hace que un mismo concepto como por ejemplo, el amor, la amistad o la confianza tenga diferentes significados.
Además, otro aspecto clave de la comunicación es que cada interlocutor cree que la conducta del otro es la causa de su conducta, cuando lo cierto es que la comunicación es un proceso mucho más complejo que no puede reducirse a la simple relación causa-efecto. La comunicación es un proceso cíclico en el que cada parte contribuye de manera singular a la moderación del intercambio. 
Figuras representando la comunicación

La modalidad digital y la modalidad analógica

Desde la teoría de la comunicación humana se postula que existen dos modalidades:
  • Modalidad digital. Esta se refiere a lo que se dice a través de las palabras, las cuales son el vehículo de lo que contiene la comunicación.
  • Modalidad analógica. Comprende la comunicación no verbal, es decir, la forma de expresarnos y el vehículo de la relación.

La comunicación simétrica y complementaria

Por último, con este axioma se pretende dar importancia al modo que tenemos de relacionarnos con los demás: unas veces bajo condiciones de igualdad, mientras otras desde las diferencias.
Cuando la relación que mantenemos con otra persona es simétrica, nos movemos en el mismo plano, es decir, tenemos condiciones de igualdad y un poder equivalente en el intercambio, pero no nos complementamos. Mientras que si la relación es complementaria, como por ejemplo, las relaciones padre-hijo, maestro/alumno o vendedor/comprador, nos encontraremos inmersos en condiciones de desigualdad, pero aceptando las diferencias y permitiendo de este modo el complemento de la interacción.
Así, si tenemos en cuenta estos principios, llegaremos a la conclusión de que en toda situación comunicativa lo importante y a lo que debemos prestar atención es a la relación en sí misma; es decir, al modo de interactuar de las personas que se comunican y no tanto al papel individual de cada una de ellas.
Como vemos, la comunicación es un proceso mucho más complejo del que imaginamos con cantidad de aspectos implícitos que aparecen en el día a día de nuestras relaciones.
Referencias bibliográficas
Ceberio, Marcelo R. (2006). La buena comunicación. Las posibilidades de la interacción humana. Barcelona: Paidós.

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