LOS HIPERBÓREOS, UNA RAZA EXTRATERRESTRE EN LA TIERRA.
Planeta
azul se presenta nuevamente, esta vez desentrañando un interesante tema
sobre la raza Hiperbórea en la tierra. El nombre Hiperbórea procede del
griego antiguo y significa “más allá del Viento del Norte (Polo
Norte)”. En este fabuloso reino de eterna primavera el Sol brillaba las
24 horas del día, pero era prácticamente imposible llegar hasta allí,
porque esta región estaba protegida por enormes muros de hielo
transparentes, y no se podía acceder por los medios de transporte
convencionales ya que este enigmático “paraíso” estaba custodiado por
poderosas razas de semidioses llamados Hiperbóreos. Esta civilización ha
sido descrita en muchas culturas como seres muy altos, de ojos azules,
rubios y de piel muy blanca, teniendo una sociedad muy bien desarrollada
y organizada. Uno de sus múltiples talentos son las artes, así como la
ciencia. Sus habitantes viven en un estado de luz y amor permanente, de
hecho es una raza que ha vivido siempre libre de guerra. Su concepto del
trabajo es inigualable. Su genética no conoce la vejez ni la
enfermedad. Son seres altamente psíquicos. Otra parte de la historia
griega conecta los Hiperbóreos con la fundación de varios santuarios
religiosos importantes en la antigua Grecia, y también se dice
en estos escritos que el planeta estaría conectado por túneles por todo
el interior de nuestro planeta. Diferentes culturas de todo el mundo
coinciden en sus escritos antiguos que toda la humanidad tiene su origen
en Hiperbórea. Esta antigua raza tiene la misma procedencia que las
Atlante y Lemuriana, de origen extraterrestre. Hoy en día una parte de
esta civilización permanece oculta en el interior del planeta. Los
científicos han confirmado que hay aberturas en los polos y que estarían
sirviendo como entradas a un mundo oculto avanzado, y teniendo en
cuenta esta teoría, la antigua leyenda griega tendría sentido. Algunos
investigadores afirman que los Hiperbóreos convivieron durante un tiempo
junto a otras razas como los Atlantes y Lemurianos, siendo su relación
más intensa con los Atlantes y cuyos aliados intercambiaron parte de su
ciencia y astronomía. En primer lugar, Hiperbórea no es una leyenda,
sigue existiendo, y hay que recordar que esta región así como los dos
continentes “perdidos” no han dejado de existir puesto que se encuentran
sus edificaciones en el fondo de los océanos como se ha demostrado
recientemente. Y ya se especula con la posibilidad de que en algún
momento de la historia de la humanidad estos continentes puedan volver a
emerger a la superficie. Por otra parte, no todos los Hiperbóreos
desaparecieron en la gran catástrofe, una parte de su sociedad se puso a
salvo prevenidos de la inminente destrucción de su civilización. Esto
ocurrió antes de que los dos continentes (Lemuria y Atlántida) y la
región de los Hiperbóreos fueran tragados por las aguas por un cambio de
posición del eje terrestre. Durante un tiempo prepararon su emigración
hacia el interior del planeta, uno de esos lugares es el Monte Shasta en
California. Y otra parte de estos descendientes, con el tiempo, en el
transcurso de nuestra historia de la humanidad fueron saliendo a la
superficie y adaptándose a
distintas partes del mundo emigrando a tierras más meridionales,
mezclándose con otras etnias y habitantes de diferentes regiones del
planeta, como por ejemplo Islandia y tierras continentales de Europa,
así como a tierras de la india, Himalaya, o bien al Continente
Americano, aportando conocimientos en matemáticas, sabiduría esotérica,
astronomía, entre otros… Una antigua tradición tibetana dice que: «La
Isla Blanca (Hiperbórea) es el único lugar que se le escapó el destino
general de todos los continentes después de la catástrofe. No puede ser
destruido por agua o fuego, ya que es el Eterno Tierra». Nuestras
investigaciones en los antiguos textos griegos y sumerios no revelan que
un continente, o isla de leyenda, es el de Hiperbórea, que habría
ocupado una parte de las regiones árticas actuales, antes de la
modificación del eje terrestre, que implicó la segunda glaciación
universal. Esta civilización debió florecer hace más de 60.000 años
durante el último
período interglaciar. Los griegos conservaron el recuerdo de esta
“Tierra del Sol Eterno” que se extendía “más allá del dios Bóreas”,
señor del frío y de las tempestades. Las recientes investigaciones de la
ciencia están en consonancia con los relatos arcanos que se protegieron
para que no fuesen destruidos. Los relatos antiguos narran que la
primera civilización del planeta tuvo su origen en el lejano Norte antes
de que ocurriera una época glacial. También hay referencias al hombre
como descendiente de la tierra de los dioses, el Monte Meru, en el
lejano Norte. Friedrich Nietzsche, uno de los filósofos que más influyó
en la exaltación de la raza aria y en el nazismo, dijo lo siguiente:
“Mirémonos de frente. Nosotros somos Hiperbóreos”. Desgraciadamente, al
igual que en el caso de Nietzsche, la mayoría de los estudiosos de la
civilización Hiperbórea han tenido ciertas veleidades racistas y nazis.
También tenemos que hacer referencia a que no queda suficientemente
clara la relación entre Hiperbórea y Atlántida, por lo que a veces ambas
civilizaciones
se confunden. Algunos místicos de la antigüedad afirman que la
humanidad ya existía antes de aparecer sobre el universo físico, en un
mundo sin tiempo. Y el mundo material sería un reflejo de otro mundo en
un entorno espacio-temporal. En la puerta del templo de Sais, en Egipto,
bajo la estatua de Palas se halla la siguiente inscripción: “Soy todo
lo que es, lo que ha sido y lo que será y ningún mortal ha levantado
todavía mi velo”. Es el velo de Isis, que representa el umbral que hay
que atravesar para conocer la totalidad. Y se afirma que una
civilización descendida de las estrellas habría visitado nuestro planeta
hace miles de años, cambiando para siempre la historia de la tierra. De
aquello ya no quedan más que algunas ruinas. La historia de ese pueblo
desconocido vuelve a retrotraernos a la Atlántida y a la antigua Thule.
La tradición aria indica que esta morada de los dioses se hallaba en el
extremo septentrional. Y esta patria polar fue
“una enorme isla de Hielo rodeada de altas montañas transparentes como
el diamante”. De los hiperbóreos se decía que eran inmortales, además de
ser descritos como Dioses. El dios Apolo conducía cada diecinueve años
su carro hacia esta región para rejuvenecer. Autores adscritos al
esoterismo nazi postularon una teoría en la que a Hiperbórea la
consideraban el país origen de la raza aria. La sociedad nazi Ahnenerbe
se habría dedicado a estudiar este tema y otros relacionados como las
ciudades subterráneas. Un desastre de enormes proporciones, acompañado
de terribles tsunamis, habría destruido la morada de los dioses. El
hecho es recogido en las tablillas sumerias: “Aquel día remoto, aquella
noche remota, aquel año, aquel año remoto… Cuando ocurrió el Diluvio”.
Los mitos y leyendas de la antigüedad recuerdan a una antigua tierra
mágica, origen de la humanidad, y que podemos identificar como la
antigua civilización de Hiperbórea, supuesta patria original de los
arios. Y afirmaban que Hiperbórea, tierra mágica liberada del tiempo,
fue creada por una raza superior: los hiperbóreos. “La Tierra, ¿es hueca
y alberga un reino subterráneo?
Y efectivamente, según Charroux, hay que tener en cuenta que los
nórdicos sitúan la patria de los hiperbóreos y su capital, Thule, en el
extremo septentrional donde, se cree, debieron aterrizar los primeros
seres llegados de las estrellas. Estos hiperbóreos fueron el origen de
una raza “divina” que se hundió con su continente cuando se produjo un
gran cataclismo. Recientes excavaciones en la provincia de Xinjiang han
descubierto cuerpos momificados de gente que vivió allí hace más de 2400
años. Los cuerpos habían sido preservados increíblemente bien y los
arqueólogos apenas podían creer lo que veían: Las momias tenían narices
largas, cráneos típicos de la raza blanca, pelo rubio o rojizo, labios
finos y otros rasgos claramente arios. Una momia de una joven
adolescente de pelo rubio se ha convertido en una atracción para
turistas. Aparentemente era una princesa de hace unos 3.000 años, ya que
fue envuelta en ropas bordadas de lana y cuero junto con bellas joyas,
jarros y ornamentos de oro, plata y jade. En nuestro Planeta Azul existe
una gran diferencia entre lo hiperbóreo y el gnosticismo. Lo hiperbóreo
es aquello más allá de lo boreal (norte). En la mitología griega,
Hiperbórea era una región
situada en las tierras septentrionales aún desconocidas, al norte de
Tracia. Su nombre deriva del griego: (Υπερ βορεία) Hyper Boreas, que
significa “más allá del norte”. Se creía que el dios-viento Bóreas
habitaba en Tracia, y los hiperbóreos, sus hijos, lo harían más al
norte de este reino, en el país de Hiperbórea. La sabiduría hiperbórea
es aquella sabiduría más ancestral, la de los orígenes de la humanidad
antes de la manipulación, y el gnosticismo es completamente diferente a
lo hiperbóreo, pues sus raíces fueron las creencias y religiones de la
antigüedad, tomadas desde el pensamiento y el análisis de un sistema
cabalista ya imperante. La sabiduría que muchos creen hiperbórea, es
gnosticismo, mejor dicho new gnosticismo, o sea adaptado a los
arquetipos y paradigmas actuales. Unos buenos exponentes de esto son las
vertientes de LFM y MS que tomaron la verdadera Sabiduría Hiperbórea
del nacional socialismo alemán y sus orígenes nórdicos, y la adaptaron a
sus particulares propósitos, mezclando el gnosticismo con lo
hiperbóreo, creando
una mezcla molotov, sumamente inestable para las mentes manejadas por
el ego y la inconsciencia. Esto fue hecho con un propósito definido y
que muy pocos conocen, un propósito con inclinaciones partidarias más
que de liberación y expansión de consciencia. Sin criticar a estos dos
exponentes, separamos la realidad de la ilusión. La sabiduría hiperbórea
no se puede transmitir en volúmenes de tinta y papel, sino con el
espíritu ancestral de nuestros orígenes, transmitido desde el Ser, pues
es la sabiduría de la creación y la creación es consciencia y energía
proyectada en materia. Entonces esta sabiduría, es la sabiduría de la
naturaleza, la sabiduría del río, de la montaña, de los animales y las
plantas, es la sabiduría primordial donde se sabe por instinto
(recuerdo) de algo aprendido y transmitido de generación en generación, y
con la única herramienta posible para ello, el Amor por el Amor. Una
amplitud que modula esa onda de resonancia que
nos une con lo creado y como especie, que nos empatiza con el prójimo y
nuestro entorno, donde un árbol es tan importante como el bosque, y el
respeto, la coherencia y el Amor a la tierra (materia) son condiciones
excluyentes para ser verdaderamente hiperbóreos, pues esta es la
sabiduría del cielo y de la tierra hecha carne (humano). La logia
masónica DDLA no es un espacio gnóstico, aunque usa bases gnósticas para
transmitir la información, DDLA es un espacio dedicado por y para el
prójimo, intentando expandir consciencias para un mundo verdaderamente
hiperbóreo, y no una mezcla de conocimiento que sólo lleva a la
inconsciencia y a la peor de las pesadillas, al sueño del hombre muerto,
soñando desde la tumba que está vivo. Este lugar usa paradigmas y
arquetipos pues lo hiperbóreo se transmite de esta manera, depreciando
los sujetos y centrándose en los objetos, para que la información
siga su curso y se transforme en conocimiento y finalmente en
sabiduría. Si los pájaros discutieran la forma de hacer el nido, si es
mejor con paja, barro o estiércol, se hubieran extinguido hace tiempo,
pues sus crías no tendrían lugar para crecer hasta fortalecerse y
sobrevivir. Que cada uno haga su nido como mejor le plazca mientras
sirva para el propósito que fue hecho. El debate, es igual a los pájaros
discutiendo sobre nidos, el diálogo y la colaboración es la forma
hiperbórea de trabajar y de avanzar hacia la verdadera
liberación, que es liberarse de la inconsciencia que nos somete por
brutalidad e inacción. Liberarse de la materia es soltar amarras, dejar
de estar identificado con las posesiones, sean materiales o
espirituales, para pasar a estar identificado con la vida y el Ser, lo
más hermoso de lo creado y que está atrapado en un laberinto de
inconsciencia que debemos destruir.
Soy Hiperbóreo por herencia y Dragón por decisión, le dejo la cábala a los que se creen hiperbóreos por ignorancia, o por inconsciente imposición.
RECOPILACIÓN INVESTIGATIVA: ING. REYNALDO PEREZ MONAGAS
FUENTE https://rey55.wordpress.com
Soy Hiperbóreo por herencia y Dragón por decisión, le dejo la cábala a los que se creen hiperbóreos por ignorancia, o por inconsciente imposición.
RECOPILACIÓN INVESTIGATIVA: ING. REYNALDO PEREZ MONAGAS
FUENTE https://rey55.wordpress.com
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