El huracán Sandy cierra Wall Street por primera vez desde el 11-S.

 
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Nueve Estados del tercio oriental de Estados Unidos -Nueva York, Maryland, Pensilvania, Virginia, Connecticut, Nueva Jersey, Massachussets, Delaware, Rhode Island, además del Distrito de Columbia- han declarado el estado de emergencia ante la llegada del huracán Sandy, que se desplaza con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora. La costa de Carolina del Norte ya sufrió este domingo los primeros embates del temporal, que en las próximas horas impactará en Nueva York y Nueva Jersey para desplazarse luego tierra adentro, hacia Pensilvania. La amenaza se extiende a ciudades como Filadelfia, Washington, Baltimore o Boston.
Las medidas tomadas ante la llegada de Sandy están convirtiendo a Nueva York en una ciudad casi fantasma. El gobernador del Estado, Andrew Cuomo, ordenó este domingo que se suspendieran todas las operaciones del transporte público -metro, trenes y autobuses- en la ciudad de los rascacielos desde las 19.00, hora local -media noche en la España peninsular- como medida preventiva ante los fuertes vientos que se avecinan. Además ha arrancado la evacuación de 375.000 personas que viven en zonas bajas de la ciudad, la denominada Zona A, en el área de las playas que miran al Atlántico. "Es por vuestra propia seguridad", decía Bloomberg a los residentes en su cuenta en Twitter.

Fuente: NOAA
Los barrios residenciales con orden de evacuación inmediata son zonas costeras de las Rockaways y partes de Long Island City en Queens, así como las riveras de Williamsburg y Greenpoint en Brooklyn y las zonas de playa, junto a zonas de Manhattan a ambas orillas del río Hudson y del East River y de Staten Island. Para los que no tengan la opción de trasladarse temporalmente a casas de familiares y amigos, la ciudad tiene abiertos 72 refugios por toda la ciudad. El procedimiento es el mismo que el seguido con Irene y cubre a unas 350.000 personas.

El transporte público se ha suspendido y los colegios públicos no abren este lunes en Nueva York

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En el caso de Manhattan, gran parte de las líneas hacia Brooklyn y Queens pasan por el sur de la isla, la zona más expuesta a las crecidas. Y este lunes se espera el momento de mayor subida de las aguas que bañan las costas de Manhattan, Brooklyn, Queens y Long Island, según avisó el sábado el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg. No se descarta incluso que el nivel pueda marcar un récord.
El sistema de transporte metropolitano sirve a 15 millones de personas en Nueva York, la mayor concentración urbana en EE UU. Pero también conecta a los empleados que acuden a la ciudad de los rascacielos desde grandes urbes como Nueva Jersey o Connecticut. Cuomo, que no quiere correr riesgos, dijo "hay que estar plenamente preparados" para el peor de los escenario. E insiste en que los trenes no son seguros si operan con fuertes vientos. Se trata de evitar daños materiales y personales pero esencialmente el goberador busca "que la gente se quede en casa".

Suspensión de las operaciones en el parqué bursátil

Se repite así la situación vivida hace poco más de un año con Irene, pero en aquella ocasión el impacto de la tormenta se sintió en domingo y esta vez afectará a la ciudad en plena jornada laboral, en el arranque de la semana y a solo ocho días de las elecciones presidenciales. Los colegios públicos permanecerán cerrados este lunes. Naciones Unidas ha informado también en una nota de que todas as actividades previstas para mañana en la sede del organismo quedan suspendidas. Los periódicos The New York Times y The Wall Street Journal, por su parte, han levantado el peaje de sus webs en las informaciones relacionadas con la tormenta.
Los mercados financieros también se verán afectados. El viernes, el New York Stock Exchange -operador de la Bolsa, con sede en el Bajo Manhattan- ya elaboró planes de contingencia y este domingo decidió suspender para el lunes las operaciones en el parqué. Primero se anunció solo el cierre físico, aunque se preveía que siguiera funcionando por vía electrónica, pero finalmente se comunicó que los mercados no operarían en absoluto este lunes y posiblemente tampoco el martes. La última vez que esto sucedió fue tras los atentados del 11-S.


La Estación Central de Nueva York, vacía por la suspensión del transporte. / TIMOTHY A. CLARY (AFP)
El huracán también amenaza con alterar el tramo final de la campaña electoral a solo ocho días de las elecciones. El presidente, Barack Obama, intervino este domingo para enviar un mensaje de tranquilidad. "Acabo de terminar varias conversaciones con los gobernadores de los Estados y ciudades que podrían verse más afectadas por la llegada del huracán", dijo y aseguró que los recursos y equipos preparados para responder ante el temporal eran "los adecuados". No obstante, pidió a los habitantes de las zonas afectadas que se tomaran muy en serio las instrucciones de los funcionarios.
El huracán impactará primero en Nueva York y Nueva Jersey y luego se desplazará tierra adentro hacia Pensilvania. “No decimos que vaya a ser la peor tormenta que haya ocurrido en EE UU pero sí que va a ser importante”, han reiterado las autoridades federales. La costa de Carolina del Norte ya sufrió este domingo los primeros embates del huracán, con rachas de viento que superan los 90 kilómetros por hora y que están azotando el litoral, según ha informado la página web The Weather Channel.
En cuanto al transporte aéreo, las aerolíneas han cancelado este domingo alrededor de 1.500 vuelos. Durante la jornada de mañana, serán más de 5.000 los que no despeguen. La red de ferrocarril estadounidense Amtrak anunció este domingo vía Twitter que "para mañana lunes todas sus rutas por la costa Este han sido canceladas, incluyendo el trayecto que une la capital federal de EE UU con la ciudad de Nueva York". Los teatros de Broadway, los Casinos de Nueva Jersey y museos como el Guggenheim también echarán el cierre, por lo menos, las próximas 24 horas de forma preventiva.

Una 'tormenta perfecta'


Las compañía aéreas prevén cancelar 5.000 vuelos este lunes
El fenómeno ha sido definida por algunos expertos como la tormenta perfecta y une tres frentes borrascosos. Los meteorólogos han definido a Sandy como un híbrido raro de "súper tormenta", creada por una corriente de aire ártico que convertirá al huracán en una tormenta tropical, lo que podría provocar hasta 12 centímetros de lluvia en algunas zonas (120 litros por metro cuadrado), así como unos cinco centímetros de nieve en los Montes Apalaches, desde Virginia Occidental hasta Kentucky.
En Washington, las autoridades locales llevan trabajando todo el fin de semana para proteger a residentes, negocios y distintas infraestructuras de la llegada del huracán. El gobierno local ha suspendido el servicio de metro y autobús para este lunes en la ciudad y ha distribuido sacos de arena a los ciudadanos para proteger sus casas de la tormenta . "Además, contamos con varios generadores autónomos de energía para afrontar el supuesto caso de que los semáforos de la ciudad dejen de funcionar", ha asegurado el alcalde, Vicent Gray. Los colegios públicos de la ciudad y las oficinas del Gobierno federal no abrirán tampoco esta jornada.
El Ejército también se ha movilizado. Más de 60.000 efectivos de la Guardia Nacional del país están ya preparados para ayudar a las autoridades locales y el Pentágono ha ordenado 24 buques de guerra para capear el temporal en la zona. Los expertos esperan unas pérdidas económicas de más de 1.000 millones de dólares por los daños en toda la costa Este. Además, 400.000 viviendas podrían verse afectadas en las zonas más vulnerables de esta región.
Hasta el momento el fenómeno meteorológico ha dejado 65 muertos en diferentes países del Caribe incluyendo 11 en Cuba y 51 en Haití. La mayoría de los fallecimientos se produjeron por la caída de árboles y el derrumbe de edificios.
Fuente: El Pais.com

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